Según la UMA, "la nueva generación interpreta, crea y recrea la estética de la generación precedente. La obra gráfica original en relieve sobre matriz de linóleo toma como referente la primera época de la revista."
Me alegra mucho poder participar en el proyecto con este poema. Más info de la exposición aquí.
Sirena de Nueva Inglaterra
En New Haven, Connecticut, el mar no se refleja en las aceras de asfalto,
ni en los porches de madera ni tampoco en las banderas izadas en el césped
de los jardines propiedad privada.
En Elm Street un hispano abrillanta las mesas donde tomarán su almuerzo
unas estudiantes de Yale University que no ven las noticias ni leen
en ningún periódico de qué manera cruzara ilegalmente para poder limpiarles
hoy concienzudamente su mesa de terraza en Maison Mathis.
En New Haven un faro lejano me contempla
y también al hispano que ahora limpia las sillas y a las chicas
recién salidas del gimnasio y al joven que me cuenta
todas las salsas posibles para el sándwich y al muchacho negro
que va y viene todo el día del supermercado a la parada de autobús.
New Haven es una sirena de cemento junto al puerto
que reparte su leche en los porches de madera con jardines propiedad privada,
en los restaurantes de Broadway y en los supermercados de las afueras,
una sirena gris y verde que no amamanta por igual a sus hijos
solamente a los que tienen jardines propiedad privada o reservan en los restaurantes
o no se quedan toda la mañana mirando por los cristales de los supermercados de las afueras.
New Haven es una sirena atlántica con los brazos de acero
que come y vomita enormes contenedores de colores,
que tampoco lee las noticias de más allá del Atlántico ni sabe
que hay barcos que reman con mil doscientos pies descalzos
y mil doscientos brazos agitándose con miedo por el motor ardiendo
como sí saben Lampedusa, Apulia, Almería o Messina.
New Haven es una sirena tumbada de espaldas al océano
indiferente y quieta.
Nieves Chillón